A los jóvenes nicaragüenses les gusta la música; bailarla y cantarla también, pero la mayoría de las canciones escuchadas son producción extranjera y la música nacional se deja en el olvido. Cabe destacar, que los nuevos grupos musicales, en especial los de rock, han sido acogidos muy bien por los muchachos.
Pero el folklore, los chicheros y la marimba, ya no suenan en las fiestas ni se bailan, porque los chavalos creen que al hacerlo están fuera de onda, además les da pena porque piensan que ese tipo de música es para ancianos y nada más, pero en realidad es parte de nuestro patrimonio cultural.
Las tradiciones musicales, se han ido perdiendo poco a poco, pero es un deber de todo nicaragüense sentirse orgulloso de lo que se ha producido en el país. Se debe buscar una manera, de recuperar las raíces de la música nicaragüense,y hacer despertar un sentimiento de orgullo y nacionalidad.
Hay personas que viajan fuera de Nicaragua, al pasar el tiempo desean escuchar las marimbas y bailar al ritmo del zapateado, lo malo es que eso nace al alejarse del país pero que bueno seria que por lo menos en el celular o el ipod anduviéramos una canción folklórica.
Que la magia de la música no sea sola en las rolas extranjeras, que la magia nazca de la música tradicional que caracteriza al país y que al escucharla podamos reflexionar sobre la historia de este pedacito de tierra y cuan golpeada ha sido nuestra amada Nicaragua.
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